Llevo siendo ciega 19 años.
Lo he descubierto esta tarde en Estrecho. No veo a la gente. Dios si los viera vomitaría.
"Cafetería Estrecho" me ha abierto los ojos. He intentado ver si alguien entraba allí. Estaba tan vacío que pensé en la quiebra segura de aquel antro. Tenía un bonito letrero, gris y negro. Negro solamente. Me da lo mismo.
Tampoco puedo oler.
No se como se llama la gente que no tiene esta capacidad pero formo parte de este colectivo de desgraciados.
No me ha llegado el olor de lo que estaban fumando dos colgados, a mi vera. Entre el quiosco de la ONCE y yo. Qué irónico.
Soy sorda.
Siendo sinceros, quizás el hecho de que estuviera escuchando odio a un volumen indecente tiene algo que ver con esto. Con auriculares.
Ya no oigo la mierda que dicen.
Ni la veo.
Ni la huelo.
Pero se que están ahí.
My guts glow in the dark
lunes, 16 de abril de 2012
domingo, 8 de abril de 2012
Comida de tontos
Descubrí que tenía un problema con la comida cuando terminé con el segundo bocadillo.
La situación decidió que era hora de tentarme, así que hizo que yo tuviera que cargar con las viandas hasta su destinatario. Uno mio, otro suyo. Cuando acabe el mio, comencé el suyo.
Esto me hizo pensar que así es la vida. Te comes lo de los demás, lo tuyo nunca es suficiente.
-Y por esto, señor, no puedo trabajar de repartidor de pizzas.
La situación decidió que era hora de tentarme, así que hizo que yo tuviera que cargar con las viandas hasta su destinatario. Uno mio, otro suyo. Cuando acabe el mio, comencé el suyo.
Esto me hizo pensar que así es la vida. Te comes lo de los demás, lo tuyo nunca es suficiente.
-Y por esto, señor, no puedo trabajar de repartidor de pizzas.
Ocasionando el caos en la ciudad
MzzL
Cuando en mi puto reloj marcaban las
14:39:00
No hay comentarios:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)