domingo, 29 de mayo de 2011

Lanzó un cadáver que dio contra una persona que pasó a ser otro cadáver.

Mazzel asomó la cabeza por la ventana. Estaba empapada.
Yo llevaba un rato apilando vasos de plástico. 
Se tumbó en el suelo a mi lado.
-Quiero ser tú.
-Eres como yo.
-Pero eso no significa ser tú. Quiero saber lo que piensas y lo que deseas, quiero ver como te ríes mentalmente cuando digo alguna tontería, quiero oler lo que tu hueles, quiero enamorarme de mi.
-Te aseguro que no es divertido quererte. Eres inestable, eres un pecado.
Mazzel pensó durante unos instantes. Se incorporó rápidamente y se balanceó de un lado a otro. Las gotitas de agua de su pelo caían sobre mis vasos blancos. 
- Bueno.
Cada vez que no la hacia caso se sentía desaparecer. Yo lo notaba y sonreía. Era tan fácil turbarla. 
Podías hacerla desaparecer si conseguías que se aburriera. 
De pronto se enfadó y tiró mi obra.
- Tengo poder sobre tu creación, haberla hecho a prueba de idiotas como yo.






And now the dream is over

jueves, 19 de mayo de 2011

Avalanchas de ellos

Su locura estaba llegado al extremo. Era espeluznante lo que estaba haciendo en la cocina de su casa. Hacía tiempo que sus padres se habían ido de allí y que ella estaba sola. Yo intentaba llenar ese hueco. 
Aquel atardecer estaba volviéndose rojizo cuando entre por la puerta de la ya mencionada cocina y Mazzel me miró con sus ojos bien abiertos, expectantes.
El espectáculo era digno de ver: con las tijeras en la mano derecha se cortaba el dedo meñique de la izquierda, bajo horribles dolores y charcos de sangre. Se regeneraban a los pocos minutos, y los iba colocando en fila. Al menos había veinte deditos.
- ¿Hasta donde llega mi regeneración?
- Eres inmortal, llega hasta el fin.
Acaricié su pelo e intenté quitarle las tijeras de la mano.
- ¿Hasta cuando?¿Y cuando ya no haya tierra?¿Nos regeneraremos y estallaremos en décimas de segundo con infinitos dolores?¿Así hasta el infinito?
La sombra de la locura acampaba poco a poco en sus ojos. Yo lo había visto venir y no lo había evitado.
- No tendremos descanso eterno, no hay vuelta atrás. Somos locas, por imaginar que podíamos enfrentarnos al universo solas, por ese miedo estúpido a la muerte. ¿DÓNDE ESTÁS AHORA QUE TE NECESITO? Siempre a mi vera desde mi nacimiento, siempre conmigo; se llevó a mis hermanos, se llevará a mis padres. Pero a mi me ignora. No atiende a mis súplicas. Muerte, muerte... haz la excepción y llévame contigo.
- Shhh.. suelta las tijeras. Mazzel, piensa en todo lo bueno que nos queda por vivir.
Dejando el dedo número veintidós sobre la mesa abandonó las tijeras. 
- Podría llenar este mundo con mis pequeños dedos. Se producirían avalanchas de ellos. Tan perfectos...¿Dónde están mis pintauñas?




Hay una abeja muerta debajo de mi mesa.

martes, 17 de mayo de 2011

Su nombre era mucho más lago, lo que pasa es que me da pereza escribirlo

Voy a hablar de mis problemas. La verdad es que solo hay uno, pero es uno muy grande.
Lo cierto es que, siento soltarlo así de golpe, nos hayamos ante algo que no podemos parar: las cosas pasan.
Me ofende bastante este hecho. Hagas lo que hagas, vayas donde vayas, mires donde mires, las cosas pasan. 
Diré más, las cosas pasan sin que tu puedas evitarlo
Por eso queridos, y no por otra cosa, hay que joderse y aguantarse. 
Que me van a quedar para septiembre, y no hago selectividad en junio, que si mañana es lunes, que si me agobia, que si se droga, que si es una zorra, que si es un cabrón, que si él no se da cuenta y no me ve, que si mañana dan las notas, que si me duele el pie, que si no me puedo poner el aro, que si no tengo dinero, que si soy estúpido, que si me ha dejado el novio, que no me gusta el color naranja, que si no me dejan entrar, que si no me dejan salir...
Con esto quiero hablarte de que, si no te gusta, pues te aguantas, que todo es pasajero y que si te gusta, pues mejor para ti; que si no te habla, pues hablale tu, o espera o simplemente mira a ver si esta su puntito verde (ese puntito que tuenti puso ahí para saber que está pero que suda de ti), y que si te habla responde, no te hagas el interesante que no le interesas a nadie; que si te quiere pero no lo dice, hay hijo, ya lo dirá, que si te quiere y te lo dice, es tu problema, y que si no te quiere, pues mira, a eso no se puede obligar a nadie, que si no sale solo pues no sale. 
Lo único que no tiene solución es la muerte.
Que si no pasa, no pasa y que si pasa, se le saluda.




Me gustaría morir un rato y veros las caras que ponéis por mi ausencia para que supierais lo que habéis perdido, y luego volver a este puto mundo de mierda con una sonrisa de como si nada hubiera ocurrido :)

lunes, 16 de mayo de 2011

Me vuelvo existente por momentos (mono toalla)

El sol quiso salir. Era evidente. Estaba llenando mi habitación con sus estúpidos rayos soñolientos. Quería salir ya mismo.
La rabia llenó mis sentidos. Me levanté muy rápido y abrí la ventana. 
- NO SALGAS NUNCA MÁS, ES LA ÚLTIMA VEZ QUE TE LO ADVIERTO
Los marcos de la ventana chocaron contra el muro de ladrillo rojo. Un trocito de uno de ellos cayó al patio.
La ansiedad me recorrió al tiempo que los rayos de ese sol maldito que día tras día iba a salir por el este y noche tras noche iba a largarse por el oeste.
Vi como el cielo se aclaraba, como se burlaba de mi intento de derrotar al astro rey. 
El sol se reía de mi. Y de mi existencia.
Notaba como me iba haciendo cada vez mas tangible. Era mágico, ahora el mundo podía esperarme. 
Tan táctil. Tan triste. Tan lejos del sol que se reía. Tan pequeña.
Pero no me toques, que me desgasto con el viento. Mi piel se va. Deja paso poco a poco a mi blanca calavera. Día a día veo que desaparece mi piel, queda menos. Rozamiento.
Méteme en formol. Déjame allí para ver el final de los tiempos. Déjame ver aquellos cangrejos gigantes de los que hablaba Huxley, déjame ver como volvemos a empezar.








Cíclicos, no me engañéis, que será una pérdida de tiempo

jueves, 12 de mayo de 2011

Me da como asco

Sentías un peso en la parte baja del estómago. Era un peso curioso. Iba y venía. 
"Es por su culpa...si solo me contara la verdad...". En ese momento te vi pasar por delante de mi cama. Llevaba un rato observando como ibas y venías por el pasillo, como el peso oculto en tu interior. 
La suciedad nos estaba invadiendo, había botellas vacías que rodaban según las tirabas al andar. Estabas en un estado de nervios poco habitual en ti. 
Te oía pensar, porque no se si has notado que siempre puedo saber lo que piensas.
- Necesito ropa limpia.
Sabías que yo no podía hablar. Seguía allí, en la misma posición, viéndote pasar. 
- No, ropa limpia no, necesito tijeras, un cutter, algo que corte, tengo que hacer algo con esto. 
Te paraste delante de mi puerta. Esperabas que yo hablase, aunque sabías que no podía. Te dio angustia y te sentaste a mi lado. Llorabas un poquito, pero no pasaba nada.
- Si tan solo pudieras decirme... unas palabras, cortas, un nombre... algo por favor...
Me incorporé con grandes esfuerzos. Te abracé un poco, yo sabía que te gustaba, eso de apenas rozarte. Cogiste una botella transparente de cristal y la golpeaste contra la pared. Los cristales cayeron al suelo. 
- El peso viene y va, es emoción... ¿pero por qué?¿Que emoción siento?¿Donde fue tu voz?La perdiste a propósito, para que nadie pueda saber lo que dices, tu silencio es agotador, más que una conversación aburrida. Necesito que hables.
Abrí la boca con ademán de decirte algo, algo que te ayudara. Pero ya sabes que no soy mucho de hablar.
Te fuiste al baño. Corriendo. Con la botella rota en la mano izquierda.
Me obligaste a levantarme. A la altura de la puerta pisé los cristales. Seguí corriendo.
Cuando abrí la puerta, en tu vientre había una herida abierta. Buscaste tu estómago. Lo abriste con la botella. Todo era sangre. Unos jugos emanaban de él. Con las manos temblorosas sacaste algo de tu interior y lo sostuviste ahí. Entre los dos. 
Me acerqué y lo cogí. Con una voz ronca de una vida sin hablar te dije:
- Menos mal que lo has encontrado. No podía vivir sin corazón.


You had my heart, at least for the most part

lunes, 9 de mayo de 2011

Kenny, hoy es para ti.

Era el tercer cadáver de la semana. Era bastante raro que muriera tanta gente seguida. Mas trabajo, mas dinero. En la funeraria que hacía esquina con tu calle y la mía, allí estaba trabajando una mujer de pelo negro. Llevaba ahí toda su vida, no conocía otro empleo. Vestía, peinaba y maquillaba cadáveres.
Aquel tercero era de una chica, mas o menos de su estatura y edad. Que belleza.
Empezó a sacar de su estuche una serie de tarros de maquillajes color tierra. Una esponjita, una espátula, un peine... Lo preparó al lado del cuerpo.
Veía belleza en esos cuerpos congelados en el tiempo por un breve periodo. Así se va a quedar, sin envejecer mas, solo se va a descomponer.
Se arremangó y se situó sobre ella. De pronto su corazón dio un falso latido al ver que aquel muerto abría los ojos con espanto.
Se separó rápido del cadáver, mientras ella se sentaba en la camilla de metal. Estaba cubierta con una sabana blanca. Ella pareció percatarse.
- Debes estar confundida, creo que quizás.. quizás estabas en coma.
- mmm...
La mirada de aquella muerta hizo que cayera una lagrima de su ojo izquierdo. Se retiró mas, alejándose de su visión perturbadora. Dio contra el ataúd de la chica.
- Ahí encima esta tu ropa. Me la trajeron esta mañana.
- ¿Sabes que no tengo familia cercana?
- A tu funeral iba a ir mucha gente, ahora se alegraran de tu vuelta.
- Tengo que morirme hoy. Pero me niego a ser un cadáver.
Dicho esto, agarró una botella de alcohol de quemar, de esas antiguas de cristal grueso.
Un seco golpe en la cabeza de la maquilladora, un cambio rápido de ropa. Misma estatura, misma edad.
Dos días mas tarde, aquella chica que solo maquillaba muertos, despertaría maquillada, tumbada sobre un blando lecho. Nunca llegó a saber que estaba maquillada, através de las tapas de un ataúd no entra luz suficiente.

domingo, 8 de mayo de 2011

Cada vez

Roger Waters
Cada vez que salgo de casa imagino que tu también sales de la tuya. Puedo verte con las llaves en la mano, una chaqueta, la cara de siempre. Puedo verte. Veo cuando te reflejas en tu portal y te paras distraidamente a comprobar que tu aspecto es lo mas normal y corriente que hay. 
Cada vez que me subo a un autobús imagino que tu también estas subiendo. Buscas nervioso el abono, siempre con esa sensación de que puede que te lo hayas dejado en casa. Veo tu cara de tranquilidad al meter el piticlin. 
Cada vez que me fumo un cigarro imagino que tu también lo estas haciendo. En el interior de tus pulmones el humo se filtra y los ensucia por dentro, como si alguien entra con los zapatos llenos de barro y pisa una alfombra.
Cada vez que me pasa esto, pienso que tu también lo estas imaginando. Somos un circulo cerrado. No creo que pienses en mi, de hecho, espero que no pienses en mi. Pero no creo que pienses que eres el único que se sube a un autobús, o que busca desesperado en una mochila, o que eres el único que tiene problemas.

Ahora que me siento libre aunque sigo cautiva, me puedo mantener en el arte de ignorarte. A todo el mundo le gusta la verdad, pero nadie quiere oírla. 
AQUELLOS QUE QUIERAN OÍR LA VERDAD, QUE PUEDAN ASUMIRLA, QUE PREGUNTEN.
Si eres débil y prefieres seguir, sigue. 

Busca el sentido de la vida en otra parte querido, no puedo ser yo quien te abra los ojos. Por cierto hoy ha sido una caca de texto.





Bueno, no debemos tocar así... pero es lo que nos gusta

miércoles, 4 de mayo de 2011

Soy

Mis recuerdos no importan. Al menos tú no tienes que verlos cada vez que entrecierras los ojos, pones cara de concentración, arrugas el entrecejo, aprietas un poco la mandíbula y haces eso con el dedo gordo del píe (sí, eso de montarlo encima del otro y bajarlo rápido varias veces).
Lo mínimo es eso, que no te acuerdas. Bueno, dices que no te acuerdas. A veces te pillo mirando hacia ninguna parte, con la mano derecha en la cadera, apretándote fuerte la carne y poniendo una sonrisa sin motivo. ¿Ves como te conozco?
Pero tu dices que no te acuerdas, eso es lo que quieres creer, porque duele acordarse.
Me han contado por ahí que cuando bebes un poquito de viernes, a eso de la entrada del sábado, empiezas a hablar de mi. Durante mucho rato, en voz semi-baja, con una botella de popularidad, avergonzando un poco a tus amigos, lo dices; dices mi nombre, mis apellidos, dices mi edad, mi sexo, dices de todo menos de lo que no te acuerdas.
Me llamaste una vez, de esa guisa, fíjate. Yo estaba casi en las mismas. Juntos nos acordamos. Estábamos muy lejos gracias a Dios, si no, nos habríamos vuelto a empezar desde el principio de los tiempos. 
Me aburren sus miradas tristes, sus "yo me acuerdo de lo que erais". Todos se acuerdan menos tú, que te molestas en disimularlo sin mirarme un poquito, ni por el rabillo del ojo. Se que no me quieres ni en foto, así que lo hago para ti. Se que te gusta cotillear, léeme. Saborea mi escritura sencilla de hoy. Aquí lo tienes y es tuyo.

martes, 3 de mayo de 2011

Me maúllan y son gatos mudos

El corazón estaba bombeando demasiado deprisa, no podía contar los latidos. El aire se había congelado en mis pulmones. Los imaginé a oscuras, con mis costillas por encima. Él.
Hacía mucho que no le veía, al menos con esa cara. Lo había visto en miles de rostros pasajeros, como si volaran muchos como él. Lo imaginé en la parada del autobús, donde mi acosador. Lo imaginé donde Mario. Lo imaginé porque haberlo visto en persona habría provocado...latidos incontrolables, sequedad, pulmones esponjosos, oscuridad.
- Hola.
Que saludo más inocente. Acercó su cara a mi cara, la pasó al otro lado.
- Hacía mucho que no me veías.
- Llevo viéndote en todas partes desde el día en que cerré los ojos.
Él se puso colorado. Estaba pensando. Rápido. La sangre no me llegaba bien a las extremidades. Pánico.
Entonces él dijo:
- Volvamos atrás en el tiempo.
-¿Hasta dónde?
Aunque estabas delante, te vi pasar desde un espejo. Me vi pasar de lejos. Ah. Solo eras tú.
- Hasta donde tu quieras.
-Volvamos al día en el que la puta de tu madre y el cabrón de tu padre decidieron procrear sin protección, ofrezcámosles un profiláctico y observemos como poco a poco desapareces de sus vidas, de mi vida. 
-Podemos volver al día en el que nos conocimos.
-No te conozco, no eres mi opción.






Siiiiiide...