domingo, 11 de diciembre de 2011

111

Para poner algo en movimiento necesitaba fuerza. De esa que ya no tenía, me dolían los brazos, las piernas y no se porque los pulmones.
Bueno si se el motivo.
Me pediste un cigarro, y por hacer la gracia te pregunté que si también querías el pulmón.
Intentaste arrancármelo, por eso me dolía un poco al respirar.
Nos habíamos reído un montón aquella noche, bueno miento. Te habías carcajeado macabramente con mis pulmones en alto
- TODO LO QUE QUIERO LO CONSIGO
Pero esto no viene a cuento. Yo quería que te movieses, quería ser tu motor, tu motor inmóvil. Imagínate, yo como creadora de todo lo que haces, no quepo en mi del gozo.
La primera causa, de la que surge un efecto, que a su vez es causa de otro efecto, y así infinitas veces hasta que ya no respires.
No, y sabes perfectamente que no soy nadie. Quiero decir, nadie para ti, para ponerte en marcha. 
Y por eso ayer te lo dije, y te fuiste, y te metiste en tu casa, y no sacaste la basura, y la basura metafórica se llenó de gusanos. Te comieron los gusanos.
Soy el motor inmóvil de esos gusanos.
Vaya chusta.




May-be

No hay comentarios:

Publicar un comentario