miércoles, 24 de agosto de 2011

Era una broma

La felicidad estaba llenándolo por dentro.
Su tráquea se llenaba de esa sensación, su cerebro no llegaba a computarla. Sentía que su corazón la bombeaba hasta la punta de cada dedo, que llegaba a los capilares y se erizaban todos los pelos de su cuerpo.
Que abrumador.
De pronto algo fue mal. Que calamidad, demasiada felicidad. Su corazón no podía con ello. Su pecho estaba henchido de sensaciones, momentos, recuerdos.
Y de pronto estalló. 
Si, nadie lo esperaba. Quedó allí tendido, aireando sus secretos. El suelo lleno de sangre y algunas vísceras, el corazón terminando de palpitar, trozos de una camiseta verde que hacía un bonito contraste con los deshechos. 
Cuantas cosas quedaron a la luz aquella mañana invernal. Que lástima que te las perdieras.








Fuck off Daisy

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