jueves, 11 de agosto de 2011

Ya no me acuerdo

Cuando encontraron aquel mineral todos sabían que iba a ser especial.
Lo habían sacado de las entrañas de la madre tierra con cuidado y recelo. Si lo tocabas durante mucho rato la piel se te ablandaba y dejaba paso a los huesos.
Casi nadie tocaba aquel mineral fantástico parido por el mundo en tiempos difíciles.
Los viejos evitaban su presencia y los jóvenes comenzaron a venerarlo. Aquellas primitivas gentes no sabían nada.
Solo hubo un hombre que decidió hacer algo con él. Tallarlo.
Armado con un pico y una piedra fue sacando del mineral una figura humana. Poco a poco el realismo superó a los toscos golpes y fue mostrando una muchacha de rostro calmado de enormes proporciones. Las gentes empezaron a temer y a recelar aun mas de aquella formación.
El hombre haciendo caso omiso de los comentarios y habladurías continuó con su obra.
Nostra, Nostra.
Los aldeanos susurraban el nombre. Los viejos seguían evitándola y los jóvenes venerándola.
Acabó la figura con un reloj de arena relleno de monedas sueltas de ese mismo material.


- ¿Así que es antigua?
- Tanto como el tiempo, ya no me acuerdo.


About her...

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