martes, 30 de agosto de 2011

Tus ojos en la oscuridad

Oscuridad y silencio. Convertidos en miedo.
Angustia.
El silencio era demasiado oscuro y la oscuridad demasiado silenciosa.
Boqueabas. Abrías y cerrabas los ojos con fuerza. La oscuridad era impenetrable. Te rodeaba, tus pupilas se volvían locas intentando enfocar. Buscabas aire y solo encontrabas una oscuridad tan densa como el silencio que te rodeaba.
El silencio era muy espeso, ese tipo de sonido que hace que te molesten los oídos. Entraba hacía tus neuronas y no procesaban nada.
Estabas fuera. Ni mirabas ni oías. Pero a eso ya estabas acostumbrada.
La gente pasaba a tu alrededor, te necesitaban y te buscaban. Los usabas un rato, o dos. Sus caras, sus gestos, su alma. Todo iba al gran cajón del vacío, del olvido. Donde ahora tú habías caído.







She gots everything she needs

No hay comentarios:

Publicar un comentario