miércoles, 19 de octubre de 2011

Sensación

Cuando estás vivo lo notas, sabes que no estás soñando. Sientes un cosquilleo en los dedos de los pies, en la nariz. Tu mente está haciendo cosas. Pensando. Ya sabes, ese pensamiento recurrente, tuyo y solo tuyo. Eres su dueño momentáneo hasta que lo saques a pasear.
Yo lo sacaré a pasear ahora;
desde hace unos días y gracias a una broma con la que me acuchilló un conocido he estado dándole vueltas a algo. ¿De qué eres consciente?
Cuando eres muy viejo, de un día para otro pereces sin remisión. Sin dolor. El corazón se para y no te deja acabar el sueño. Tus latidos estaban contados.
Cuando vas por la calle y un coche te atropella, mueres. tu cráneo se destroza contra el pavimento, pero no es doloroso, no allí a donde vas.
Cuando estás enfermo supongo que también la muerte llega.
Cuando te tiras desde el piso numero cuarenta, desde una torre altísima, sabes que vas a morir. Sabes que inexorablemente, con un 100% de posibilidades vas a morir. Aunque llueva, vas a morir. Aunque estés rezando, vas a morir. Son unos segundos en los que no haces una reflexión, tampoco te pasa la vida por delante de tus ojos (esa es de las mayores gilipolleces que he oído). Solo puedes oír como zumba el sonido del viento y como la Tierra te abraza.
Supongo que si eres muy muy viejo hay esperanza de que haya un próximo latido. Si te atropella un coche, oye igual te salvas, cosas mas raras se han visto. Si estás enfermo bueno, siempre puede haber una cura. O no.
Me gustaría saber cual fue el último pensamiento del batería de Led Zeppelin, (ese que se ahogó en su propio vómito tras meterse 42 chupitos de tequila). Seguro que no le dejaron acabar el sueño.




Zeppelin, no Zepelinn ni Zepellin. Tampoco Zeppellinn.

No hay comentarios:

Publicar un comentario