jueves, 24 de noviembre de 2011

Olor a miedo

En invierno siempre pasa lo mismo, las calles por la noche estan vacias.
sobre todo cuanto mas cerca estás del mar, donde hace mas frío que entre los aburridos edificios.
-Esos pisos de ahí siempre están a oscuras. No da el sol, solo la luna. Grises, los olvido.
Había estado casi una hora aferrando el banco metálico con las dos manos y tirando, dejando salir de mi boca pequeños improperios y gruñidos, luchando por arrastrar el maldito mamotreto hasta la orilla, para poder hablar contigo.
Me caían lagrimas de impotencia por la cara pero al final conseguí llevarlo hasta allí, frente al mar. Donde más frío hacia. 
-Me entran ganas de llorar
Era normal. Estabas sobre un tablón de madera, en un mar helado, mecida por el movimiento de las olas, sin volcar. Te agarrabas las piernas y las rodeabas contra tu cuerpo gélido y blanquecino. Tenias el pelo áspero y  notaba como te subía el rencor por el estómago por las ganas de vomitar. Miedo, odio y siempre frío.
-Siempre amenazas con desembarcar.








I missed you so much.

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