lunes, 28 de marzo de 2011

Subirse a una silla y creerse el más alto

Las cartas estaban repartidas. Los participantes se miraban unos a otros intentando mantener la expresión calmada. Era inútil.
- He ganado.
-Y yo...
-Y yo.
- Yo también
"El menor de los problemas" habló primero:
- No se por qué siempre jugamos al poker. Todos hacemos trampas, todos tenemos poker de ases.
"Inspiración" cerró los ojos y tiró las cartas contra el suelo de ceniza de color grisaceo. Los cuatro ases estaban chamuscandose. Siseaban. 
- Es todo tan simbólico. Se le murió el hamster, se quedó sola.
"Feminidad y amor propio" recortó los corazones de la baraja francesa y los puso en una montañita pequeña. Luego sopló. "Inspiración" la regañó.
- Deja de jugar con sus sentimientos.
"Sentimientos" se giró creyendo que le llamaban.
El panorama era triste en el infierno donde retiré a aquellos que no me servían en este momento. Poco a poco ya no los necesitas.






The best place 

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